SUMERGIDOS CON LUPA EN LOS RÍOS DEL CABO DE HORNOS: VALORACIÓN ÉTICA DE LOS ECOSISTEMAS DULCEACUÍCOLAS Y SUS CO-HABITANTES
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Resumen
La Reserva de la Biosfera Cabo de Hornos (RBCH) es la más grande de Chile e integra ecosistemas marinos y terrestres, e incluye tres parques nacionales (PN): PN Cabo de Hornos, PN Alberto de Agostini y PN Yendegaia. Se encuentra inmersa dentro de la ecorregión subantártica de Magallanes, que ha sido identificada como una de últimas áreas prístinas del planeta. Sin embargo, no se encuentra libre de amenazas locales y globales, tales como las especies exóticas invasoras, el cambio climático, el turismo masivo y otras actividades económicas que no valoran su diversidad biológica y cultural. Para contribuir a la valoración de la diversidad biocultural, el Parque Omora (isla Navarino, 55°S), ha desarrollado la Filosofía Ambiental de Campo (FILAC), una aproximación metodológica que integra las ciencias ecológicas, las artes y la ética ambiental a través de cuatro pasos interrelacionados: 1) investigación interdisciplinaria, 2) comunicación poética a través de la composición de metáforas y relatos simples, 3) diseño de actividades de campo guiadas con un sentido ético y ecológico y 4) conservación in situ; para contribuir a la conservación biocultural. Presentamos los métodos y resultados de un trabajo multidisciplinario enfocado en los invertebrados y ecosistemas dulceacuícolas de la RBCH, con el fin de: a) contribuir a entender mejor las posibles respuestas al cambio climático por parte de insectos acuáticos en el largo plazo, y b) generar herramientas de investigación y educación que contribuyan a valorar ecológica y éticamente a los invertebrados acuáticos. Las bases conceptuales se fundan en la ética de la tierra de Aldo Leopold y en la ética biocultural de Ricardo Rozzi. A través de la práctica de la FILAC proponemos actividades concretas para la conservación del patrimonio natural y cultural. La valoración ética de los insectos puede contribuir a generar percepciones positivas e incentivar acciones de conservación por parte de la comunidad local, regional, nacional e internacional. Finalmente, exploramos nuevas metodologías de investigación y observación que contemplan el respeto y valoración de la vida de los invertebrados. La FILAC aporta así una metodología que contribuye a transformar la forma prevaleciente en que la sociedad global comprende, valora y se relaciona con los ecosistemas dulceacuícolas y sus co-habitantes y fomenta hábitos de vida más respetuosos y sustentables en el corto y largo plazo.